Productores y artesanos protagonizaron un encuentro organizado por la Secretaría de Pueblos Indígenas a fin de fortalecer la ancestral práctica del trueque.
Las comunidades aborígenes de Jujuy cuentan con un espacio virtual donde constantemente intercambian sus productos y saberes mediante la Feria y Trueque Virtual Manos Indígenas; recientemente productores/as y artesanos/as protagonizaron un encuentro presencial organizado por la Secretaría de Pueblos Indígenas con el fin de fortalecer la ancestral práctica del trueque de comunidades.
Alfarería del Pueblo Quechua, tejidos en lana de llama del Pueblo Atacama, artesanía textil del Pueblo Chicha, bordados de los Pueblos Omaguaca y Kolla, y artesanías en madera, cestería y atrapasueños del Pueblo Guaraní; fueron los saberes materializados en creaciones que estuvieron presentes en la Feria y Trueque Manos Indígenas junto a productos de la agricultura comunitaria y familiar como la quinoa de la Comunidad Aborigen Liviara, el cayote de la Comunidad Aborigen Tiraxi, y maíz, habas y papas de la Comunidad Aborigen Villa El Perchel de Huacalera.
El lugar del encuentro presencial fue la oficina de la Secretaría de Pueblos Indígenas en calle Rep. de Líbano 327 del barrio Gorriti de la Capital. Allí, productores, productoras, artesanos y artesanas se encuentran periódicamente para concretar el trueque de los productos y creaciones disponibles en el catálogo de la Feria y Trueque Virtual Manos Indígenas al que se accede mediante el número de WhatsApp 3884563613.
En la ocasión, se realizó una ceremonia de corpachada para agradecer a la Pachamama y la banda de música de la Policía de la Provincia «Tacita de Plata» acompañó la jornada con un repertorio que recorrió musicalmente el territorio jujeño. Doña Cristina Ábalos de la Comunidad Aborigen Coranzulí del Departamento Susques, cría sus llamas y con la lana realiza ponchos, guantes, medias, gorros y variada artesanía en tejidos.
En la feria, logró trocar sus creaciones por maíz de Huacalera, y cerámica de Casira. Además llevó para intercambiar koa (o k’oba) y sobre la importancia de ese yuyito para chayar y corpachar en este mes expresó: «todos/as acostumbramos en el mes de agosto a corpachar la tierra, como la tradición que nos han dejado nuestros abuelos; esas son las creencias: el que tiene fe chaya, como modo de agradecer a la tierra a la Pachamama por tanto que nos da, como bien dice el refrán la tierra nos cría y la tierra nos come, por eso hay que agradecerle una vez al año, hay que corpacharle».
Comentar la noticia