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Interior

Nuevos hábitos de relacionarse y de consumo de los jujeños

El movimiento en la ciudad capital alcanzó un cierto nivel de normalidad debido a la apertura y flexibilización de la actividad comercial, producto de la no circulación social del virus del COVID 19 en Jujuy. La cuarentena y las medidas de bioseguridad modificaron los hábitos de relacionarse y de consumo de los jujeños.
Daniel Maras, es encargado de uno de los equipos que asiste con alcohol el gel y cuida que se cumpla el distanciamiento social de las personas en las entidades bancarias del centro capitalino. “Cuidamos la distancia de la gente y hacemos el escaneo del documento de las personas en la cola de los bancos Nación y Santander”, señaló.

En cuanto a las medidas de seguridad, indicó que “hay gente que ya está acostumbrada a usar barbijo y a estar distanciados, mientras que a otras todavía cuesta que accedan como al escaneo del DNI, por eso necesitamos que los medios de comunicación difundan más sobre la importancia del escaneo”.

“Uno trata de concientizar sobre el uso correcto del barbijo, en general la gente hace caso”, concluyó.

El cuidado y responsabilidad de los ciudadanos es central para el mantenimiento de la situación epidemiológica y la no circulación comunitaria del virus. “La provincia de Jujuy hizo las cosas bien, pero hay que seguir mejorando, y recién nos estamos adecuando a esta situación que sucede en todo el mundo”, expresó Elizabeth Tolaba, una vecina de la capital que esperaba en la fila del ingreso a uno de los bancos.

La mujer, advirtió que “no hay que relajarse a pesar de no tener circulación del virus en Jujuy. Tenemos que estar atentos, esto no significa generar paranoia, pero si respetar las medidas como estar con los barbijos y mantener la distancia social. Todavía hay lugares donde esto se respeta, pero hay otros donde están muy relajados, y esa mentalidad hay que cambiarla”, remarcó.

La restricción de la actividad comercial debido a la pandemia produjo una merma sustancial en los ingresos habituales de los comercios, incluso llevó a algunos a modificar en algún aspecto la actividad que desarrolla o a cambiar de rubro. “De a poco se va reactivando el movimiento después que bajó muchísimo por la cuarentena”, expresó Blanca, quien es vendedora en un reconocido comercio de venta de ropa de noche y para fiestas.

Cecila, su compañera en atención al público, indicó que el “fuerte del negocio es la cena blanca y fiestas privadas” y al estar, por el momento, inhabilitadas dichas actividades tuvieron que modificar la realización de los productos: “Empezamos a implementar la venta de barbijos lavables para la venta al público y por mayor, con precios especiales y de muy buena calidad”, expresó.

“Esperamos repuntar con las ventas para el día del padre” hasta tanto se habilite la realización de eventos. “Siempre venimos y abrimos el negocio con la expectativa que esto mejore”, afirmaron.